El botiquín debe contener además de medicinas, un termómetro y material para hacer curas. Termómetro
• El termómetro debe ser de fácil lectura y estar en perfectas condiciones.
• En los termómetros de mercurio hay que descender la columna por debajo de los 35ºC antes de iniciar la medición (se debe sacudir con movimientos secos hacia abajo de la muñeca). No se debe sujetar el termómetro por el bulbo, pues le transmitiría el calor de la mano. Desde abril de 2009 han dejado de comercializarse los termómetros de mercurio, aunque se pueden seguir usando los que están en el domicilio.
• Si el termómetro es digital, cuando se haga revisión del botiquín se debe comprobar que la pila no esté gastada.
• Una vez utilizado el termómetro, se debe limpiar antes de guardarlo.
• La temperatura corporal se suele tomar en una de las siguientes zonas: axila, boca y recto. Aunque la temperatura axilar es más cómoda de medir y más segura, la tomada en el recto o en la boca da una idea más precisa de la temperatura real, ya que el termómetro está en una de las cavidades corporales. El termómetro rectal es diferente porque tiene un bulbo más redondeado y corto.
• La temperatura corporal varía entre personas según la edad, actividad física y momento del día.
• En general, se dice que hay fiebre si la temperatura es igual o superior a 38ºC; por debajo de esta temperatura se habla de febrícula.
1- Elige un día para iniciar tu dieta. El estado de ánimo es muy importante para conseguir nuestro propósito, no es buena idea ponerse a dieta cuando tenemos algún problema en el trabajo, afectivo, estrés, época de exámenes, etc.
2- Plantéate una meta razonable, un peso según tu sexo, edad talla y complexión que se considere saludable.
3- Si tienes que perder mucho peso, no lo dudes, ponte en manos de un profesional, que valore tu estado de salud y elabore una dieta específica para ti.
4- La dieta ha de ser variada.
5- Imprescindible realizar alguna actividad física: caminar, nadar, montar en bicicleta, 1 hora, 3 veces a la semana mínimo. Si te resulta imposible, por falta de tiempo, oblígate a hacer ejercicio en tu día a día, vete al trabajo caminando o en bicicleta, evita los ascensores, aprovecha los fines de semana para hacer deporte, jugar con los niños…
6- Hidrátate: bebe mucha agua, 1.5 L como mínimo al día.
7- Mientras estés a dieta, olvídate del alcohol, aporta un montón de calorías vacías (sin nutrientes aprovechables) y de los refrescos azucarados.
8- Cocina con la mínima cantidad de grasa posible: al vapor, al horno, a la plancha. 9- Elige bien los alimentos: los productos de temporada, garantizan el mejor sabor y calidad.
9- Disfruta del momento de la comida, con calma, pon la mesa, sírvete en tu plato lo que vayas a comer, ni más ni menos.
10- Hacer la compra siempre con el estómago lleno, evitaras caer en tentaciones y comprar cosas inadecuadas.
11- Planifica tus menús de antemano, y cocina la cantidad justa que vayas a comer.
12- No cometas el error de prescindir de todos hidratos de carbono: pan, arroz, pasta… opta por los integrales, este tipo de alimentos debe predominar en el total de las calorías diarias, suministran la energía necesaria para nuestros músculos y para nuestro cerebro.
13- Toma mucha fibra: Regula el tránsito intestinal, disminuye el colesterol y el azúcar en sangre y aumenta la sensación de saciedad.
14- El desayuno es la comida más importante del día, no te lo saltes nunca.
15- La cena siempre ha de ser ligera.
22- No te obsesiones con el control de peso: Con pesarse una vez a la semana es suficiente. Mejor en ayunas, sin ropa y después de haber ido al baño.
24- Una pequeña ayuda: Productos sanitarios, de venta en farmacia, capta grasas, bloqueadores de hidratos de carbono, reductores del apetito, son útiles, claro que sí, pero no milagrosos.